miércoles, 18 de julio de 2007

ARTICULO CRITICO: PRESENTACIÓN EN TEMA LIBRE

ROBUSTECIENDO LA DEMOCRACIA EN EL PERÚ

El Voto Electrónico como mecanismo de Democracia Electrónica apropiada

¿Una década perdida 1996-2006?


INTRODUCCIÓN

Planteamiento del problema

Somos espectadores de una realidad en constante transformación, y con ella de sus actores individuales y colectivos; que exige de las instituciones del Estado respuestas adecuadas a las necesidades de los ciudadanos, que permitan legitimar el accionar público.

Durante los últimos seis años, se han desarrollado en el Perú elecciones denominadas “limpias y transparentes”, denominación que no sólo corresponde a una visión objetiva sobre los resultados, sino subjetiva desde la percepción ciudadana, habiéndose generado confianza en los procesos aplicados, con el consiguiente rédito de legitimidad tanto para el operador del proceso como para las autoridades resultantes del mismo. ¿Porqué entonces buscar introducir un mecanismo distinto que puede generar riesgos de desconfianza?.

Resulta por demás obvio que, un presupuesto teórico de nuestro ejercicio, es el de la Democracia como paradigma normativamente valioso, y por ello, no se efectuará un recorrido exhaustivo por la Teoría de la Democracia, sino más bien, nos detendremos en concepciones post modernas y contemporáneas, a fin de rescatar una posición vigente que sirva de base al análisis de los mecanismos con los que opera la Democracia -a través de sus potencialidades y dificultades-. Buscamos en esta línea, aportar al análisis sobre un fenómeno presente en las democracias modernas, como es el voto electrónico, cuyas implicancias sobre las mismas son por ahora, un ejercicio teórico casi inexplorado en el Perú del siglo XXI, debido en parte a la falta de evidencia empírica sobre el tema.

Esta es entonces, una aproximación desde la teoría de la Democracia y sus elementos significantes, a los mecanismos concretos que puede adoptar ésta, en particular el voto electrónico universal (vinculado a las herramientas de la tecnología en el marco de la gestión pública), a fin de determinar condiciones mínimas fundamentales y verificables, que permitan fortalecer la democracia. Pese a tener un abordaje teórico desde el ámbito macro (teoría política de la Democracia), el análisis involucra, la percepción de los ciudadanos sobre aspectos relevantes de la cultura democrática y con ello, del propio concepto de democracia.

No es posible que la Democracia se entienda únicamente como régimen que permite a todos participar, de modo que, para mantener las libertades (ideal democrático por excelencia), hay que enfatizar los procedimientos bajo una concepción homogénea de los actores socio-políticos; ello resulta reduccionista y torna el fenómeno bajo análisis, en meramente procedimental. A priori percibimos, que debe existir un necesario equilibrio entre lo normativo (qué se debe hacer) y lo empírico (qué se puede hacer), lo cual nos llevará, como se verá más adelante, a abordar el tema a través de, no sólo las más conocidas teorías contemporáneas de Democracia (Touraine, Habermass, Held, MacPherson, Dahl y Lijphart), sino sobre todo de aquellas que se ha venido en llamar teorías emergentes de la democracia (March y Olsen).

Existe una tendencia internacional a la ciega adaptabilidad de las instituciones frente a los adelantos tecnológicos, que podría conducir las decisiones políticas hacia resultados errados si no provienen de un análisis apropiado de los escenarios. El tema de la tecnología aplicada a los procesos electorales, se ha convertido en un desafío cada vez más urgente para los países de la región. A la fecha, casi todos han mecanizado total o parcialmente sus procesos vinculados, pero son pocos los que han implantado ya, el voto electrónico universal, siendo discutible su éxito y legitimidad.

Existe más o menos una aspiración común de fortalecer las instituciones electorales y los procesos que ellas implementan, con el objetivo de modernizarlos, facilitando el acceso de los votantes a las urnas y hacerlos más confiables, seguros transparentes, independientes y profesionales, propiciando con ello la gobernabilidad. Sin embargo, esta aspiración debe contextualizarse apropiadamente y no gestionarse bajo el imperativo tecnológico.

Es así que la democracia electrónica en tanto política a ser implementada a través del voto electrónico, corre el riesgo de basarse en un determinismo tecnológico y en una concepción del poder que, en la clasificación de Habermass, da prioridad y relevancia al tecnócrata (técnico-intelectual), por sobre el político o la opinión pública.

Dada la escasa experiencia del país en democracia electrónica a nivel macro, vale decir, en elecciones de carácter nacional y universal; los criterios de comparación, valoración y viabilidad, deberán encontrarse referidos necesariamente a experiencias externas, que pueden servir de catalizador para observar las condiciones en que este mecanismo podría implantarse en el Perú, tras fallidos intentos que llevan ya una década, lo que permitirá desarrollar un aporte específico al fortalecimiento de la democracia y la institucionalidad.

Podemos hacer algunas afirmaciones entorno al tema planteado:

No se puede implantar el voto electrónico nacional, bajo el supuesto de un determinismo tecnológico, en forma generalizada y abstracta, como herramienta de fortalecimiento de la Democracia, excluyendo del análisis las condiciones socioculturales del Perú y la topología de su cultura democrática, cuyo reconocimiento hace viable condiciones de gobernabilidad, en tanto construcción social que parte de un concepto de ciudadanía inclusivo.

En este sentido:

1 La implantación de mecanismos tecnológicos en la gestión pública, pone en manos de los técnicos, las decisiones políticas. El determinismo tecnológico en torno a procesos constitutivos de la voluntad política, como son los procesos electorales, constituye un riesgo para la legitimidad del poder político, cuestionando la limpieza misma del proceso y por tanto la validez de las reglas de juego.

2 Los incentivos para la reforma electoral son menores cuando el sistema ha generado confianza razonable. Se enfrenta a una ausencia de demanda intelectual, política y social.

3 La implantación del voto electrónico requiere un rediseño institucional profundo. No se puede modificar los procesos sin transformar a los operadores.

4. El consenso para el establecimiento legítimo del voto electrónico en el Perú a largo plazo, supone un proceso gradual de incorporación y aprehensión de este mecanismo, a partir de experiencias de los diversos actores sociales, en otras esferas o redes relacionales que le son más cercanas a sus intereses (gobiernos locales y regionales; elecciones internas institucionales (profesional, empresarial, educativo, sindical y/o partidaria).

5 Hay esferas de toma de decisión de las redes sociales que se constituyen en poderes fácticos, frente a los cuales la centralidad del sistema representativo pierde legitimidad.

6 Es necesario repensar las bases del paradigma de democracia representativa absoluta.

Se ha escrito mucho sobre la moderna crisis de la democracia, y con ello, del necesario fortalecimiento de la misma, desde diferentes enfoques. La necesidad de fortalecer la democracia, en los más conservadores, ha significado evaluar reformas estructurales en el Estado (en sus acepciones amplia y específica), en tanto que para los más oportunistas, resultó en oportunidad para utilizar el rótulo de “fortalecimiento institucional”, con el fin de enmascarar intervencionismos institucionales o ideológicos que, referidos a la Democracia, legitimen manejos nada ortodoxos de las instituciones democráticas (sustanciales e instrumentales); en el espectro de posibilidades están las más variadas posiciones.

Atendiendo a las implicancias que la crisis de la democracia ha tenido en la gobernabilidad (como legitimidad y no sólo como eficiencia y eficacia), a fines de los 70 y 80 se inician críticas al rol del Estado y sus dimensiones que llevaron a poner en debate el paradigma de la democracia representativa (vertical vs. horizontal); así se hablará de contextos diferentes donde se mueve la democracia o de rediseñar herramientas para facilitar la interacción Estado-ciudadano o para la toma de decisiones . Se está en presencia de una trasnsformación a partir de una crisis.

Es allí, donde vemos surgir un interés cada vez más evidente en el ámbito de la gestión pública, por las tecnologías de la información y la comunicación (e-adminsitración, e-democracia, e-gestión). Y en este campo, el tratamiento del tema no ha sido exclusivo de los especialistas en tecnologías modernas, aunque la “revolución silenciosa” se haya iniciado en esos ámbitos; también los intelectuales de la ciencia política y politólogos empiezan a abrirse un campo de análisis sobre el impacto de las nuevas tecnologías, en la sociedad en general y en determinadas instituciones del Estado.

Nuestro análisis se basa en una doble perspectiva teórica (que resulta complementaria), en busca de abordar los problemas y retos que las herramientas tecnológicas pueden ofrecer a la Democracia y por consiguiente a la gobernabilidad.

En primer término, el rol de la cultura democrática en la incorporación de reformas, que aunque puedan dar apariencia de instrumentales, abonan o desvirtúan la legitimidad del Estado, así consideraremos un modelo relacional e interactivo del Estado, donde ante la complejidad de los problemas, ningún actor tiene por sí solo suficientes recursos para abordarlos, lo que lleva a diseñar políticas públicas considerando la red de actores implicados

En segundo lugar la teoría neoinstitucional, donde se busca ver organizacionalmente (en términos materiales y de cultura organizacional), qué implica para un gestor público incorporar un nuevo paradigma de democracia electrónica, y en qué medida resulta viable institucionalmente.

Se descarta el enfoque puramente economicista (costo-beneficio) del fenómeno del voto electrónico por no aportar al análisis cualitativo de las condiones sociales y culturales que soportan un proyecto que definimos de naturaleza más subjetiva que objetiva.

ANÁLISIS DESDE LA CIENCIA POLÍTICA

Democracia

Desde la teoría del análisis político primero están las teorías sistémicas (Eston) de política como respuesta a las demandas del medio para transformarlas en decisiones. Aquí las demandas no sólo son de bienes o servicios sino también y sobre todo de participación, información, inclusión, lo cual lleva a un rol más activo de la ciudadanía.

También consideramos el análisis del pluralismo que limita el poder del Estado para proteger el desarrollo individual, así, se reconoce valiosa la participación de los más diversos actores políticos, de dentro y fuera del Estado, influyendo activamente en las políticas públicas.

En cuanto a las conceptualizaciones de la Democracia, como se ha dicho, parecen más relevantes a este ensayo las teorías contemporáneas sobre esta categoría, en donde, en un primer grupo encontramos a los que inciden en reconocer la necesidad de hacer participar al ciudadano: Bobbio (número elevado de personas que deciden y regla de la mayoría); Dahl (Sufragio universal e inclusivo) y Duverger: sufragio universal.

El carácter instrumentalista de esta concepción de democracia la hace infértil a nuestros objetivos, de modo que, exploraremos algunas otras teorías contemporáneas que van más allá de lo procedimental:

Así, Schumpeter nos habla de que la supervivencia de la democracia en las sociedades dependerá más, de los compromisos de las élites con el método democrático (competencia por el liderazgo), que de la influencia de las masas electorales (pasivas) del sufragio.

Por su parte Touraine, tiene una mirada pluralista y señala que, el gobernante (leáse gestor público), debe reconocer la pluralidad de intereses, de actores políticos y sociales, para legitimar su representatividad. Así, la ciudadanía puede influir en las normas y decisiones políticas. Entender la democracia bajo esta mirada, resulta atractivo a nuestro estudio debido a que permite adelantar la importancia de la visión de lo que el colectivo espera de la democracia, otorgándole a ésta una fisonomía acorde a los intereses concretos de la población, haciéndola más inclusiva.

Otro autor que va más allá de una reflexión instrumentalista de la democracia es Habermass, que alude al proceso de formación de la opinión pública, deliberación. Análisis que nos permite vislumbrar la importancia de fortalecer los ámbitos locales de formación de la opinión pública, que así informada, podrá acercarse de mejor manera a la democracia representativa, beneficiándola y fortaleciendo su vigencia.

En esta línea argumentativa está también Lijphart que enfatiza el respeto a los derechos y libertades de las minorías y con ello otorga el compromiso de mantener la gobernabilidad al Estado, cuyo carácter inclusivo, favorecerá una de las condiciones para la legitimidad de los decisores y la gobernabilidad democrática.

Con mayor grado de realismo, apreciamos que existen teorías emergentes sobre la democracia, que se caracterizan por estrategias de naturaleza dinámico que frente a las crisis de los paradigmas propone la adaptación (Luhmann) según exija las redes de relaciones sobre las que el accionar democrático en concreto actuará.

En este orden de ideas, Olsen y March, proponen incorporar en la gerencia pública varios elementos legitimadores: gestión de identidades; desarrollo de capacidades; capacidad de explicar y responsabilizarse y desarrollo de capacidades adaptativas en el sistema político.

Los elementos que puedan conformar una definición contemporánea de democracia, reflejan que para la teoría democrática actual, el gobierno democrático es un gobierno representativo de sus intereses, pero con importante matiz participativo efectivo, que se encuentra en incremento, presente en el elemento asociativo, propuesto por Dahl; en el elemento de ciudadanía aportado por Touraine y en el elemento discursivo y deliberativo propuesto por Habermass, de discusión, debates, ausencia en muchos casos de mediación; y sobre todo en la estrategia gerencial de Olsen y March

El Estado

En este marco teórico, de qué modelo de Estado hablamos. Aquí nuevamente la tradición de la ciencia política no es atendible a nuestros objetivos, tanto la visión liberal como Marxista (dogmáticas) como la sociológica de Weber centrada en la burocracia el Parlamento y el Estado Nacional; son insuficientes para abordar la riqueza que confluye en la esfera democrática y sus categorías de análisis.

Asimismo, son descartadas las perspectivas históricas que abordan la estructura interna y externa del Estado, donde encontramos las teorías de la dependencia de Wallerstein o para el caso de Latinoamérica, Cardoso.

Otra interesante propuesta de análisis sistémico del Estado la trae Morlino con su sistema compuesto por la comunidad política donde encontramos a los que desempeñan un rol activo en la política (ciudadanos, grupos de interés, sociedad civil, cultura política, partidos, etc); régimen político donde encontramos los roles y estructuras de autoridad; y, Autoridades como ejecutores de la política del gobierno.

Por ello, la perspectiva sistémica o funcional de Offe, que ve al Estado no sólo como agente de dominación política sino como articulador de los diversos sistemas que operan en la sociedad consigue explicar mejor la visión de Estado normativamente pertinente. En ese sentido, entendemos al Estado caracterizado por sub sistemas uno de los cuales es el socio cultural que demanda legitimidad al sub sistema político.

Democracia electrónica

Está en plena elaboración con ensayos y errores, a través de un proceso donde se aprovechan las ventajas de las tecnologías para profundizar la participación democrática de los ciudadanos pero también con la asunción de diversos riesgos, siendo clave para solucionar esta paradoja, la cultura democrática de los ciudadanos, capaz de alertar sobre las posibles fallas que podrían traer una involución democrática (Chacín).

Nuestra apreciación del fenómeno de Tecnologías de la Información como herramienta para mejorar la calidad de la democracia, no es determinista, en tanto percibimos que la democracia representativa requiere de mayores alcances en la participación política de los ciudadanos desde su concepción de cultura política, para complementarse con la democracia representativa.

Cultura política y “Lo apropiado”

Encontramos que la desafectación de los ciudadanos respecto de los sistemas democráticos, producirá cada vez más el traspaso de un “sujeto político a un “sujeto de la política (García Raggio). La desconfianza en los políticos y en el accionar de los gobiernos, la disminución del número de ciudadanos interesados en votar, la crisis de los lazos de solidaridad conciudadana, recluirse en lo privado son sólo algunos síntomas que nos llevan a los limites que enfrenta la generalización de un modelo homogeneizante de democracia representativa.

Otros opinan que estamos ante una reconfiguración de la política e incluso a la ampliación de sus márgenes aunque en contextos diferentes.

En esta línea Giddens afirma que surgen nuevos agentes políticos y nuevas formas de prácticas políticas que asumen desde lo local y lo supranacional, sus reivindicaciones. No sólo se han reconfigurado espacialmente los márgenes de la política, que ya no están constreñidos a los límites de los Estados Nacionales sino que además estamos asistiendo a una redefinición de las cuestiones consideradas políticas.

En esas condiciones es posible generar nuevas constelaciones políticas que actúen públicamente en una pluralidad de órdenes, a menudo superpuestos. Así, la índole de los problemas: locales, nacionales y globales, hace que las dimensiones donde se juegan los intereses de la ciudadanía, se amplíen a diversos escenarios susceptibles a acción política.

Se habla así de constituir ciudadanos con múltiples ciudadanías, que ejerzan sus derechos y obligaciones en distintos niveles, siendo necesario para ello que el Estado y sus agentes, consideren sus particularidades en cada ámbito de acción, y en especial su cultura política real, para adecuar los mecanismos de acción gubernamental sin perder soberanía y menos aún legitimidad.

Como se ha señalado anteriormente, la responsabilidad principal por el mantenimiento de la gobernabilidad (en sentido amplio) es del Estado (Tomassini), y para lograrlo, éste debe interactuar con la sociedad civil, el sector privado y los distintos agentes sociales y económicos y la forma de esta interacción, dependen de la cultura política imperante.

El Estado deberá acentuar alguna de sus funciones naturales, a fin de facilitar el paradigma social imperante emprendiendo acciones específicas. Es contrapartida de una cultura política cuyos perfiles no se deben sólo a la gravitación de poderes hegemónicos sino también a los valores, preferencias y comportamientos de la sociedad civil y la ciudadanía.

Acogemos la tendencia a concebir el Estado como una función del contexto social, de la organización económica, la base tecnológica y sobre todo de la cultura política. Capacidad para gestionar los intereses sociales de acuerdo a las circunstancias predominantes. Se descarta una definición jurídica abstracta y ahistórica, no es un ente intemporal y abstracto sino una construcción social que cambia en el tiempo, y la gobernabilidad depende esencialmente de su adecuación a la cultura política imperante.

El perfeccionamiento de la democracia debe ocurrir con el reconocimiento de la diversidad y variabilidad social, la aceptación del pluralismo y la atención a los derechos de las minorías y con la ampliación del espacio para la discusión colectiva.

Los desafíos que la democracia peruana enfrenta ahora, se relacionan con temas de más largo aliento: la profundización de la democracia, el establecimiento pleno del estado de derecho, la reducción de la profunda desconfianza ciudadana en el sistema político, el desarrollo económico y la lucha contra la pobreza, entre otros.

El examen de las actitudes ciudadanas frente al sistema político peruano muestra una situación preocupante porque sugiere que las bases actitudinales para una democracia estable en el Perú, son relativamente precarias. Los niveles de apoyo al sistema político son de los más bajos en la región. Apenas por encima de Haití y Ecuador.

Ello configura una cultura política que está demandando una visión estratégica institucional capaz de atender las demandas reales y no las corrientes deterministas y los imperativos desarticulados.

CULTURA POLÍTICA EN LA ERA DIGITAL

Qué clase de Estado es el apropiado?
A qué tipo de democracia aspiramos?
Qué clase de ciudadanía hace mejor a la realización del colectivo?
Cuáles son los rasgos del Poder en nuestro entorno?

La respuesta a estas preguntas, que están en la base de un dignóstico de gobierno electrónico, configurarán la Cultura Política de cada país, y dado que, las opciones en cada caso son amplias tanto por los actores involucrados como por los tiempos en que estos interactuan, será un referente y no un condionante de las decisiones políticas, pero sin cuyo análisis no se podrá hacer una gestión seria del cambio y de las transformaciones que impone la era digital.

PORQUE CAMBIAR LO QUE FUNCIONA

Cuando nos enfrentamos a resistencias al cambio, los arguments del tipo,"viene funcionando, porque pensar nuevamente el tema", denotan temor al riesgo de implantar formas no legitimas de accionar en la esfera pública, y generar crisis socio culturales que perturban el devenir innercial de los acontecimientos sociales, políticos, económicos.

Sin embargo, Kunh nos habla de óomo se gestan los cambios de paradigmas y cómo es necesaria muchas veces, una crisis, para hacer más coherentes los modelos con las realidades que pretenden abordar.

Si bien, la crisis de la democracia se ha podido enfrentar con algunos mecanismos de legitimación, entre los cuales podemos mencionar los referidos a reformas estructurales y económicas, una nueva fase de esas crisis que se expresa en demandas de actores con identidades diferentes, deberá enfrentarse con una democracia que combine elementos participativos y representativos en las dosis y formas requeridas por el paciente.

POLÍTICAS PÚBLICAS

La clave de establecer políticas de Estado sobre materia de TIC, está, sin dudarlo, en la unidad de planificación estratégica, en tanto, desde una perspectiva macro, se puede llegar, pirmero, a un consenso de diagnóstico, a una concialiación de intereses y a una estrategia inclusiva, que partiendo de la diversidad y en consideración a ella, establezca estandares tecnológicos mínimos a ser cumplidos por el conjunto de actores institucionales.

Por otro lado, ya resulta inevitable subir a la ola, lo que no debemos hacer es remontarla sobre embarcaciones ajenas. en esto la diversidad de recurso, hace factible llevar a cabo procesos adaptativos acordes a las necesidades del colectivo, sin comprometer objetivos macrosociales.

RETOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Vamos acercándonos a algunos aspectos fundamentales a considerar en el marco del cambio de paradigma, donde nos enfrentamos a una lógica difusa en la que no se podrá hablar de "una sociedad", sino de muchos y variados elementos interactuando y reproduciéndose que demandan estrategias de adaptación en las que se deberán tomar decisiones que sean suficientemente flexibles para lograr con éxito gestionar la cosa pública.

En las administraciones se habla de trasnformación de procesos y adaptación organizativa, pero esto no resulta del todo clarificante, ante un escenario difuso como el que se refiere líneas arriba. De modo que, el papel del lider pollítico, que conduzca con firmeza a los objetivos de modernización, será el pilar sobre el que se haga viable un proyecto de gobierno electrónico.


Un líder político está "a cargo" del proceso de transformación y adaptación, con una visión de largo plazo y con vocación inclusiva, es por eso que no se limita en las opciones de herramienta y busca la o las (combinación) que resulte mas adecuadas a las necesidades de sus clientes. Busca una permanente retoralimentación con su campo de aplicación y de esa manera posibilita el control sobre los riesgos.

PRIVACIDAD, SEGURIDAD Y ACCESIBILIDAD

Conceptos que se traducen en grados de confianza en el nuevo paradigma de comunicación.

La confianza es el valor público que debemos preservar, pues de ella dependerá la sostenibilidad de la democracia como sistema normativamente positivo.

Me quiero concentrar unos segundos en el tema de seguridad, pues es el que más suspicacias genera y por el que mayores riesgos corre la legitimidad de los modelos de gestión basado en "E".
Es aquí donde aún el e-gobierno no puede asegurar respuestas, la tecnología se supera a sí misma mientras escribo estas líneas y lo más probable es que mientras más seguros nos aseguren que estamos, más vulnerables nos volvemos. De modo que aquí, se deberá construir una cultura de fe.

En el aspecto de accesibilidad no debemos perder de vista la conservación de las fuentes cuyos soportes materiales vienen siendo superados con gran entusiasmo por la digitalización documental o la microfilmación, que si bien pueden significar una mejora en el servicio de acceso a la información -sin el riesgo de deterioro de las fuentes-; pueden implicar deshumanización de los procesos de construcción del conocimiento a través del conocimiento, pues no es para nada subrrealista, pensar en la posibilidad de que máquinas conversen entre sí no sólo con data, sino con imágenes y se programen resultados esperados, lo cual bloquea las alternativas de trabajo "de campo".

DEMOCRACIA E INTERNET

Existe correlación entre Democracia e internet?

Cuando hablamos de correlación, imaginamos una caretera de doble vía, donde existe un impacto, querido o no, en la contraparte.
En la relación democracia-internet, es la primera la que está empezando a explorar las posibilidades que se abren con la amplificación del espacio público a través de la red. En cambio, el internet, sigue sus propios procesos que no están inspirados, ni mucho menos impulsados por la democracia; sin embargo, aún cuando no es tan claro como en el caso inverso, los regímenes políticos, aún los llamados democráticos, podrán bloquear los flujos de información de la internet, a través dela censura u otros medios (pese a que ello no perjudique a la propia internet, sino más bien a las personas que se ven limitadas a su acceso).

En cuanto al impacto sobre la democracia, debemos resaltar que si bien internet es, en términos generales, positiva, la democracia está relacionada a muchos otros elementos más; un ejemplo claro está en la cultura democrática de los pueblos, cuyas características pueden hacer grandes diferencias en cuanto a la sensibilización de la población respecto a medios alternativos de hacer sostenible la democracia.

Aspectos beneficiosos de la internet a la Democracia

Cambio de las vias de comunicación en sentido horizontal, con todo lo que a contacto directo, participación, acceso a la información y control, significan como beneficio. Se robustece y hace más sostenible las condiciones de legitimidad y gobernabilidad.

Vivir en sociedad hace que los límites entre los individual y lo colectivo, pierdan claridad, de modo que, lo que resulte beneficioso para un ciudadano, redundará en beneficio para la colectividad, dado que se crean condiciones de bienestar que reducen los riesgos de desborde docial de la institucionalidad.

Cómo se gestiona la internet en el sector público?

Para gestionar se debe antes conciliar y coordinar a fin de desarrolar estrategias planificadas a largo plazo. En este punto, se tomarán en consideración la multiplicidad herramientas disponibles, y aquí el internet tendrá el papel y relevancia que haya sido significado por el colectivo.

Una mala gestión, será aquella ausente o incompleta, por ejemplo la que excluya actores de la red, pues en este caso, el resultado será parcial y con alto riesgo de fracaso.

Póliticas públicas sobre uso de internet

Es clave el liderazgo y los objetivos claros, lo demás (normalización, esandarización, conectividad, difusión) será consecuencia de ello.

EN TORNO A LA RELACIÓN POLITICA Y GESTIÓN DIGITAL

Cómo explicar el e-gobierno para atraer el interés y el compromiso de los políticos.

El tema de fondo aquí es, generar interés por un resultado de gestión que pueda sumar a la eficiencia, la legitimidad. Qué se busca con esta ecuación?, Una visión de largo plazo, generar un contexto favorable al desarrollo, ello es lo que la gente espera de sus autoridades, calidad de vida; ésta se expresa de las más diversas formas en diferentes contextos, condiciones y en diversos estratos sociales, pero en suma, desde una visión de elección racional, buscando maximizar su beneficio.
La rentabilidad política llegará con ello, por tanto, no es el objetivo, sino la consecuencia.
Esa visión de largo plazo descarta la implementación de algunas mejoras que podrian simular una modernización (optimizar trámites, mejorar participación ciudadana, trasnparencia, inversión y no gasto, simplificación admisnitrativa, reducción de gastos, descentralización), y propiciar una rentabilidad política a corto plazo; sin embargo, en la medida que todo ello no se enmarque en una visión integral de todos los procesos, la reforma no se habría efectuado y quien pierde es la población, que incluye al propio gestor público como actor de su contexto.

Deben los políticos participar en el debate sobre el e-gobierno?

Sí, pues son los que a través de su compromiso con el proyecto, podrán generar las condiciones necesarias para la implementación (identidad cultural). Conoce, se involucra y se compromete; con lo cual podrá priorizar el tema en la agenda pública.
El político goza de voz mediática y con ello, no sólo agenda el tema sino que lo enriquece con la discusión en el espacio público (Habermass).

Cuáles son los asuntos en los que debe centrarse el político para hacer progresar el e-gobierno?

Dependiendo del nivel de decisión y ámbito de acción, puede influir sobre el diseño de políticas públicas (normas, estandarizaciones, etc), hasta el establecimiento de tecnología adecuada y factible.
En cualquier caso, no debe perder el contacto frecuente con la realidad, referente obligado y enriquecedor para definir la visión, objetivos y medir los resultados esperados.

Existen estratégias para hacer que los políticos participen en forma activa, productiva y satisfactoria en el e-gobierno?

Siempre resulta motivador el conocer de experiencias de éxito, siempre que estas se tomen como referentes relativos y no absolutos.
También ha de considerarse que los gestores deben estar concientes de sus limitaciones y por ello, propiciar la participación de especialistas en su entorno, sin dejarse envolver, por otro lado, en determinismos tecnológicos.

SE PUEDE HABLAR DE RECETAS EN EL E-GOB

Si no estamos concientes de que la tecnología no es un fin en sí misma, sino antes bien una herramienta para obtener mejoras adaptativas, seguramente nuestras decisiones tendrán sólo efecto a corto plazo y probablemente carezcan de legitimidad.

De modo que, calmar nuestra conciencia como gestores, dejándonos llevar por "modas" o "corrientes", sin atender a las especificidades del interlocutor, seguramente tendrá más, una aceptación fuera de nuestro ámbito de acción como imágen, que desde la perspectiva de nuestro público objetivo.

El modelo de gestión que se aplique, debe reflejar la realidad sobre la cual incide, de modo que no es posible aplicar a raja tabla modelos, por más probadamente exitosos que hayan resultado en otros contextos, sin una reflexión amplia sobre sus incidencias en nuestro objeto de modelamiento, en la institucionalidad y en el comportamiento humano vinculado a sus procesos.

El caso más claro lo tenemos en las Municipalidades, cuyas características organizativas no varian sustancialmente entre, por ejemplo , comunas urbanas de la misma ciudad; sin embargo, las expectativas de su población podrían llegar a ser diametralmente opuestas.

Si bien el traslado de modelos de gestión de un Municipio a otro "puede" dar resultado, no tanto por la acuciocidad del gestor, sino por condiones ajenas a este; es grave cuando la réplica es respecto a países con, además, culturas políticas o democráticas provenientes de historias y realidades distintas.

No niego la utilidad del bechmarking, lo que sí es discutible es su falta de discusión.

ADMINISTRACIONES EN LÍNEA

Por dónde debe empezar una administración que asume los retos de un mundo en transformación.

El contexto donde deben funcionar las organizaciones ejerce presión sobre las instancias encargadas de su condución y, aunque ante esto se puede también reaccionar con innnercia y nólo con motivación de cambio, la transformación llega con o sin la voluntad de los decisores, por tanto será producto de una reingeniería o adecuación procedimiental, o será consecuencia de una crisis. Esto último es lo que se debe evitar.

Un primer objetivo de las organizaciones debe ser tener una visión clara de lo que quiere y tras ello, de lo que puede hacer. Lo primero le dará un norte, lo segundo dará forma a la estrategia.

En las adminsitraciones públicas el enfoque, en nuestra opinión, deberá tener al ciudadano como el centro de sus procesos, de su visión; es así que que podrá imprimir a la entidad una fisonomía propia, sin determinismos (informáticos, adminsitrativos, económicos, sociales), y con criterio ecléctico.

Hablamos entonces de encontrarse abierto a un escenarios de interacción real que potencie, sin eufemismos, su posición en el proceso de modelamiento, que interpele a su realidad con el objetivo claro de atender cada vez mejor a sus funciones.

SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

La información se ha convertido en un valor que caracteriza a una comunidad global, ajena a límites territoriales y que se configura a sí misma en torno a intereses. Esta característica otorga un dinamismo vertiginoso a la construcción de "una" sociedad.

La sociedad de la información no define a una organización material, refiere a un conjunto de preocupaciones, expectativas y referentes personales que varian en el tiempo y que movilizan los flujos de información en torno a esos ejes de interés.

No debemos perder de vista que cada uno de nosotros, tan diversos como la información, nos constitutimos en miebros activos, en simultáneo, de diversos grupos de interes, de modo que, quien busca interactuar en este contexto con un sujeto (colectivo o individual) de la comunidad, deberá considerar la diversidad y los retos que ello impone, en lo que respecta a apreciar qué es lo pertinente.

Esto se complejiza cuando nos referimos a los decisores gubernamentales, pues la labor de conciliación y consenso para tomar decisiones que gocen de legitimidad, se hace cada vez mas compleja. Este es un reto para los gobiernos y para sus capacidad de flexibilidad y adaptación, donde deberá considerar variedad de aspectos y esenarios a fin de llegar a satisfacer las expectativas del ciudadano.

jueves, 24 de mayo de 2007

La promesa de las cosas "e"
EXPECTATIVAS E IMPLICACIONES DEL GOBIERNO ELECTRÓNICO de JeffreyW. Seifer

Cometarios
Imaginemos por un momento a una persona que va a renovar su pasaporte pues ha recibido una citación para presentarse a un trabajo en el extranjero en dos días. Llega a Emigraciones el día 1, y cuando presenta su Documento Nacional de Identidad (uno de los requisitos), se entera que tiene dos multas, una por no sufragar y otra por no ejercer el cargo de miembro de mesa en las últimas elecciones de noviembre de 2006, y que por ello, no podrá continuar de inmediato con el trámite, si no paga las multas correspondientes en el Banco de la Nación. Nuestro ciudadano, a pesar que sabe que no asistió a votar y tampoco ejerció como miembro de mesa, sabe también, que cuando fueron las elecciones, se encontraba estudiando fuera del país, y pagó su multa por no votar en el Consulado del Perú en la ciudad donde estudiaba, y que luego, obtuvo una justificación del Jurado Nacional de Elecciones por no asumir como miembro de mesa; pero como no tiene tiempo de hacer las gestiones para averiguar porqué no se ha computado sus regularizaciones, hace nuevamente el pago en el Banco de la Nación; sin embargo éste, recién lo comunicará a la ONPE al final del día, pero ésta última institución, tomará 24 horas para levantarlo en su Base de Datos y hacer las interfases con las bases de datos del JNE y el RENIEC. Nuestro personaje debe regresar en dos días, cuando su vuelo ya salió y perdió el trabajo al que debía presentarse.

Tenemos en nuestra historia a Seis instituciones públicas involucradas, un trámite poco amigable y resultados que perjudicaron al ciudadano. La solución podría imaginarse fácilmente: las seis instituciones compartiendo información en tiempo real, empleando el internet o una red privada para la admisnitración de la Base de Datos de Omisos. ¿Cómo ocurre realmente?: El consulado envía información consolidada a los organismos electorales por vía diplomática, el JNE, la ONPE y el RENIEC no comparten accesos directos a la Base de Datos de Omisos (cada una tiene la propia), para que el primero cargue las justificaciones y éstas se actualicen automáticamente en los servicios de consulta de los tres organismos. Finalmente el Banco de la Nación no cuenta con interfases con los organismos electorales para actualizar en tiempo real, los pagos que recibe por multas.

A qué se enfrenta una problemática como la relatada. Lo primero y más importante, a la decisión política de los involucrados, que miden su costo beneficio de compartir información antes que orientar su servicio al ciudadano; y en segundo término, a la desconfianza sobre la seguridad que brindan los medios telemáticos. De modo que, nadie toma la iniciativa y propone una plataforma tecnológica que solucione el problema.

Es un hecho que las instituciones aludidas, tienen flamantes páginas web y se sienten orgullosas de tener PRESENCIA e INFORMAR a través de ellas, seguramente se consideran transparentes y eficientes; pero, no han sido capaces de dar el paso siguiente, en los términos que Seifert plantea para interactuar en forma objetiva y hacer efectivas las transacciones que requiere el ciudadano, entregándole resultados útiles, y transformar su cultura organizacional orientándola al ciudadano y a sus demandas, facilitando la interacción con el Estado.


El primer paso, en nuestra opinión, es tener el objetivo claro de quién y qué es el motivo de su presencia en el escenario estatal, y asumir el reto de transformarse a sí misma, repensándose y compartiendo esta visión con los otros actores estatales. Los tiempos lo demandan.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Cómo enfrentar el cambio

Reingeniería y Conectividad

Términos que en los últimos tiempos nos inducen a pensar en la búsqueda de eficiencia para las organizaciones modernas. Los retos los pone la sociedad y sus transformaciones, que exigen de los actores, sean individuos u organizaciones, procesos de adaptación a los cambios.

Las organizaciones que buscan sobrevivir, mirarán de frente las transformaciones y tomarán decisiones sobre cómo prepararse para satisfacer las expectativas de sus interlocutores, de manera creativa y eficiente, empleando los medios y herramientas que brinda la modernidad.

Para las organizaciones del Estado, este reto viene acompañado de múltiples obstáculos y mayores rigores, que vistos como oportunidades, harán que la administración y la gestión de la cosa pública se haga más cercana a las necesidades que está llamada a atender. Dar la espalda a esta realidad hará que las instituciones pierdan legitimidad y con ello pierda el sistema democrático que las cobertura.

Uno de los insumos para afrontar los cambios que la modernidad exige a las organizaciones y sus actores, es la administración de la información y los flujos de esta. La información está al alcance y hay que crear valor agregado con ella, crear valor público, a través de su gestión y de la evaluación de su necesidad y pertinencia. Es parte de transformar las organizaciones e instituciones, el gestionar los flujos de información y aprovechar de la tecnología como aliada para este objetivo. Es por esto que resulta relevante evaluar permanentemente, las condiciones de accesibilidad a redes de información pertinentes a los objetivos de nuestras organizaciones, por ello, resulta imprescindible tener éstos objetivos claros como norte de la selección que se haga, tanto de los medios como de los contenidos de información relevantes.

Tanto la mirada a las estructuras y formas de organización, como la evaluación de la información disponible y su pertinencia a los procesos de transformación y respuesta al cambio, son procesos permanentes y deben constituir un ejercicio permanente.

Las organizaciones deberán mirar fuera y dentro de sí, sin chauvinismos ni hipocrecias, para permanecer vigentes, y lo que es más importante, para responder a las demandas de ciudadanos-clientes con estándares claramente influidos por los servicios privados modernos y eficientes.

El orden social y la institucionalidad del sistema democrático, podrán sostenerse únicamente en organizaciones que hayan hecho de la transformación permanente y del empleo de los beneficios de la modernidad, su forma de gestionarse.

martes, 10 de abril de 2007

TECNOLOGÍA PARA LA POLÍTICA - OFERTAS PROPUESTAS EN UN MERCADO GLOBAL


INTRODUCCIÓN

Por mucho tiempo hemos sido desatentos testigos de la relevancia que los avances tecnológicos han cobrado en nuestras relaciones sociales, y a través de ellas, sobre algunos aspectos de nuestros derechos individuales y sociales. Cuando la informática entró a nuestras vidas primero en ambientes laborales o académicos y luego ya en la privacidad de nuestros hogares no hubiéramos podido imaginar que se podrían comprar bienes remotamente y mucho menos imaginaríamos comprar ideas o rumbos políticos en el ciberespacio.

En las próximas líneas nos proponemos ensayar una reflexión acerca de la relevancia actual que estamos convencidos, ha demostrado tener el Internet y las practicas publicitarias en materia de marketing político y financiamiento de campañas electorales, en lo que no pretendemos que sea una propuesta novedosa pero sí una reflexión preocupada de los nuevos fenómenos de masas que nos involucran en nuestra dimensión ciudadana.

Empezaremos esbozando los nuevos presupuestos del quehacer político en nuestros tiempos, formas de comportamiento de los partidos y actores políticos en torno a la necesidad de una difusión masiva de propuestas para obtener adhesión a estas en la contienda por el poder; continuaremos haciendo mención a las formas en que estas nuevas tendencias han impuesto necesidades materiales y creativas sin precedentes históricos a los políticos y sus agentes. Luego de lo cual, presentaremos algunos ejemplos de cómo estas necesidades han determinado la existencia de un mercado cada vez más amplio y variado de ofertas de servicios transnacionales de marketing y comunicación política. Dejaremos para un apartado especial el tema de la difusión y regulación de las encuestas electorales y terminaremos esta reflexión presentando conclusiones respecto a las vinculaciones entre los ámbitos estatal e internacional desde el enfoque de la sociedades de redes.

CARACTERÍSTICAS DE LA CONTIENDA POR EL PODER

Queremos en primer término establecer como escenario de nuestras reflexiones, las contiendas por obtener representación política que se dan en democracias representativas, donde el telón de fondo lo pone una pugna abierta en términos formalmente igualitarios, por la obtención de adhesiones a las propuestas presentadas en elecciones voluntarias masivas y libres que determinaran la conducción política de un país.

Esbozamos lo que para nuestros efectos, constituyen los rasgos más importantes de la contienda por el poder y sus implicancias:

Consolidación de la democracia representativa como valor
Alternancias de Gobiernos mediante procesos electorales
Procesos Electorales regulares y permanentes
Las normativas internas establecen desde el mas alto rango legal, periodicidades para elecciones nacionales o subnacionales
Tendencias a la especialización de las organizaciones que aspiran a ganar los procesos electorales
Cambios en la conformación de los partidos políticos: ya no hablamos de partidos de “clase”, sectores sociales o económicos. Más nacionales y profesionalizados.
Estrategias de comunicación masiva resultan imprescindibles para captar el interés y el voto ciudadano
Altos costos para el acceso a los medios de comunicación masivos (TV, radio): Campaña electoral = a campaña publicitaria
Encarecimiento de los costos de mantenimiento de la organización y de los gastos de campaña
Necesidad de conseguir financiamiento para ello en momentos de repliegue de la participación de los ciudadanos en política por un creciente desinterés

En este contexto, la supervivencia de la democracia requiere de un soporte financiero para los partidos políticos y sus campañas electorales. El mantenimiento de la maquinaria partidaria, sea esta permanente o coyuntural, dependiendo claro está del grado de institucionalidad partidaria que exhiba el país, han experimentado, en los últimos tiempos, incremento y altos costos. Hablamos de formalidades partidarias que requerirán de aparatos administrativos permanentes y/o en todos los casos, sostenimiento de campañas electorales predominantemente publicitarias.

Este incremento real de costos para el mantenimiento o posicionamiento de los partidos, ponen el énfasis en el financiamiento político y con ello, en la generación de condiciones propicias para que la vida política organizada, y sobre todo la contienda electoral, sea influenciada por: prácticas corruptas, recursos de dudosa procedencia e intereses contrarios a los principios democráticos.

En esta línea, se han venido difundiendo internacionalmente[1], prácticas tendientes a evitar un origen ilícito de los fondos o aquellos fines ilícitos y antidemocráticos del financiamiento a la política (mas allá del origen de estos fondos); o situaciones en las que las elecciones se pueden ver determinadas sólo por la cantidad de dinero puesto en campaña. El correlato de estas “perversiones” está en que, quien gana la elección, puede verse “obligado” a una posterior retribución o una posición de vulnerabilidad frente a la influencia de quien aportó. Todo lo cual determina y de hecho ha determinado, el desprestigio del sistema de partidos en tanto pilar del sistema democrático sobre todo cuando se verifican frente a ello, situaciones de impunidad.

¿Cuáles han sido las estrategias anticorrupción de las legislaciones?:

· Respecto al origen, regular los sistemas de financiamiento público, privado y/o mixto.
· Con relación a los fines; determinar cuáles son los aportes permitidos y cuáles prohibidos.
· En lo que respecta a la cantidad de dinero puesto en campañas; se han establecido límites al gasto
· Para evitar la influencia de abortantes; se establecen topes a los aportes privados,
· En cuanto a control a fin de institucionalizar las buenas prácticas financieras; se dispone sistemas de rendición e cuentas y supervisión externa de las finanzas partidarias.
· En cuanto a sanciones hay una gama amplia de posibilidades en la legislación comparada, desde sanciones ejemplificadoras hasta expulsiones del sistema de partidos formal.

Para cerrar este tema, referido a las exigencias materiales que tienen las organizaciones políticas frente a las tendencias comunicacionales actuales, sobre todo en períodos electorales, y, vinculado al objeto de este trabajo, nos resulta oportuno mencionar algunas consideraciones relacionadas con los recursos tecnológico al servicio de lo político en el sentido siguiente.

En lo que respecta a las estrategias de control sobre la legalidad y legitimidad de los recursos financieros que llegan a la política en época de ebullición electoral, implementadas por canales institucionales-oficiales, y desde la sociedad civil (sea esta organizada o no, colectiva o individual), las nuevas tecnologías de la comunicación ofrecen valiosos aportes.

Podemos referirnos a dos ámbitos de control anticorrupción y/o de actividades ilícitas en materia financiera: uno, que tiene que ver con la diversificación y proliferación de la criminalidad organizada y globalizada que ha determinado sistemas de seguimiento y monitoreo de transferencias electrónicas de fondos en plazas financieras internacionales, lavado de activos, narcotráfico y terrorismo (inteligencia financiera); y el segundo, que tiene como escenarios, los Estados y sus políticas anticorrupción, que pasan por establecimiento de normas sobre transparencia financiera, fiscal, bancaria así como por la consolidación de Bases de Datos interconectadas más o menos accesibles. En ambos casos, los recursos tecnológicos, en tanto se cuente con decisión política para ello, resultan en aliados efectivos para la detección y sanción de actividades ilegales de financiamiento político. Por lo que, no debemos dejar de mencionar, que las posibilidades de coordinación y de establecimiento de estrategias integradas entre ambos ámbitos harán de éstas eficaces instrumentos.

Finalmente, cabe anotar que lo que se puede emplear positivamente, puede ser usado con la misma potencialidad en forma negativa, por lo que debemos ser concientes de ello y de que es necesario combatir la globalización de la corrupción con sus mismas armas.

SERVICIOS PARA LA POLÍTICA

El escenario esbozado, ha creado condiciones para que la ley del mercado opere en forma convencional entre los agentes políticos. Oferta y demanda de instrumentos para la contienda electoral, se transan en el mercado global.

El presupuesto para la transitividad internacional de la oferta es el que, en esencia, la contienda por el poder en democracia, tiene los mismos fundamentos:

· El ciudadano común es el centro de la política. La campaña ya no se hace para los políticos, los medios de comunicación, los partidos, los votantes decididos.
· Importa llegar con mensajes sobre “su” vida cotidiana y su economía.
· Se hace la campaña para “el votante” que puede moverse (voto blando)
· Gana las elecciones el candidato que logra el favor del público
· Se produce un ilusión mediática de la relación directa. Se desdibujan sin que se pueda evitar, las instituciones que mediaban entre el elector y el candidato: partidos, sindicatos etc.. Los discursos de “grandes oradores”, son tachados de política tradicional. La época de la radio, las palabras, el discurso, las ideologías da paso a la comunicación horizontal. La tv, la radio, el Internet están en nuestros hogares y hasta en nuestras habitaciones. El candidato nos habla a cada uno.

Los mensajes deben llegar claros y directos al “ciudadano-voto” como objetivo central, la forma y el medio serán instrumentales a ello.

Así, el estado de la tecnología y la comunidad de redes proponen herramientas que, en términos comunicacionales, configuran una revolución similar a la que impulsó la imprenta en el comienzo de la era industrial, y extienden oportunidades insospechadas a los fines políticos. A los tradicionales medios de comunicación masiva: radio, tv, prensa escrita y teléfono convencional; convergen las nuevas tecnologías y sus ilimitadas posibilidades: el Internet y la telefonía móvil, cuyas virtudes y defectos han sido suficientemente evaluados en las últimas décadas, pero que en su dimensión de instrumentos al servicio de la política, cobran dimensiones sociales y éticas sobre las que nos detendremos un poco mas adelante.

Antes de colocar algunos acentos en la tecnología en su relación con la política, debemos mencionar un aspecto que ha cobrado dimensiones de fenómeno comunicacional. La oferta, y cada vez mayor demanda, de los servicios prestados por personas y empresas, expertos en marketing político y comunicación política. Estos gurús de la política, como ha venido en llamárseles, se mueven de este a oeste y de norte a sur, sin más credenciales que la conducción exitosa de estrategias de campañas electorales. Venden productos (candidatos) y para ello utilizan las técnicas de mercadeo antes que ideologías, mostrando sus carteras de clientes consolidados en los más variopintos regímenes políticos del planeta. Tema este que no desarrollaremos directamente, pero que sin embargo, guarda relación estrecha con nuestro motivo de reflexión, dados los medios que éstas consultorías emplean para sus estrategias.

Hemos citado, líneas arriba, los medios que la tecnología ha puesto al alcance de la humanidad en los últimos tiempos para canalizar el flujo de información: el Internet y la telefonía celular.

Nos detendremos en primer lugar en éste último recurso, la red celular. No hay ley que prohíba a los partidos inundar con su propaganda los teléfonos y la red, y de esto ya se puede dar fe en la región sur de America Latina (Argentina y Chile), sin embargo, estas redes transcienden fronteras físicas y ello contribuye a su difusión. En pocos países se ha comenzado a regular su uso electoral.

En Italia por ejemplo, no se permite que el ciudadano vaya a votar con celular ante la posibilidad de que le tome una foto a la boleta marcada y después se la muestre a quien le pidió que sufragara por determinada persona a cambio de una gratificación.

Allá está prohibido que los partidos realicen propaganda electoral por correo electrónico o llamadas telefónicas, sin previo consentimiento de los ciudadanos, que podrían acudir a las autoridades judiciales para quejarse de que se viola su privacidad.

Los partidos podrían usar el correo electrónico y el teléfono celular, siempre y cuando no implique coacción o tratar de forzar al ciudadano para que vote por determinado candidato, con lo que este medio legitimaría su función.

Por otro lado, el Internet proporciona, mas allá de los consabidos recursos de navegación a través de la Web, dos recursos en los que vale la pena detenerse a reflexionar: el chat y los weblogs.

El Chat, o conversación virtual, es un espacio dónde la comunicación bi o multilateral fluye en forma espontánea. Aún no se han efectuado estudios difundidos sobre los contenidos mas explotados por este medio, pero no cabe duda que puede conformarse como un foro de discusión de cualesquiera materia, incluida la de contenido político, en tanto se exploren comunidades con interés en esta materia. El ámbito de proyección como medio de comunicación no resulta masivo, dada su connotación mas claramente privada.

Sin embargo, no debe extrañarnos que estos espacios virtuales, vengan a reemplazar, sino lo han hecho ya, las citas presenciales que en otras épocas, se convocaban en los locales partidarios. Lo cual no debería espantarnos, sino por el contrario, plantearnos retos para la incorporación de nuevas formas de hacer política partidaria.

El término Weblog, formado por las palabras Web (red) y log (registro), fue acuñado en 1997 por el escritor estadounidense Jorn Barrer. Al español ha sido traducido como cuaderno de bitácoras o bloc de notas, aunque la mayoría de usuarios de usuarios emplea el término ingles o su abreviación “blog”. A partir del año 2000 surgió en Internet una herramienta gratuita para diseñar Weblogs: los usuarios sólo tienen que introducir el contenido, ya no se requiere tener nociones de programación en HTML. Esto hizo que se difundiera exponencialmente en la red.

Los elementos característicos de un Weblog han sido:

a) La autoría: son páginas de autoría personal, realizadas a título individual por usuarios de Internet quienes abiertamente (con nombre y apellidos) o anónimamente (mediante un apodo, por ejemplo), publican contenidos en ellas.
b) El formato: todos ellos publican online en forma de bloc de anotaciones o cuaderno de bitácoras; esto es, introduciendo registros fechados como si de un diario se tratara.

c) Su contenido: se trata de una mezcla, en proporciones variables (esto es lo que les dota de personalidad diferenciada), de enlaces a otros sitios Web, comentarios de contexto, opiniones y artículos o ensayos.

d) El estilo: el tono acostumbra a ser desenfadado o, cuanto menos, muy subjetivo. Los autores escriben sin encorsetamientos estilísticos (como los clásicos del periodismo escrito) y no persiguen la objetividad ni la neutralidad.

Es en el ámbito político donde mayor impacto tienen las funciones que han definido hasta hoy a todo Weblog: seleccionadores de la ingente cantidad de información disponible en Internet; foros de opinión donde sus autores expresan sin constricciones de ningún tipo lo que piensan y como vías de escape de filtraciones periodísticas (sus páginas han sido utilizadas para filtrar informaciones secretas o confidenciales; en ocasiones no contrastadas y falsas, en otras verdaderas y desencadenantes de consecuencias importantes).

El sentimiento de «comunidad» es especialmente fuerte entre los que experimentan la Weblog. Sus participantes, representantes de todo el espectro ideológico (desde libertarios y anarquistas hasta ultraconservadores, neoconservadores, liberales e izquierdistas), están conectados entre sí a través de una red invisible tejida por grupos reducidos pero influyentes de personas que escriben y se leen entre sí.

No sólo suministran datos no siempre localizables en los medios tradicionales y opinan ampliamente (y según ellos también libremente) sino que, en los Estados Unidos, muchos de estos blogs políticos promocionan directamente a los candidatos y a los partidos, recogen fondos para ellos, organizan a los activistas e intentan influir en la opinión de sus lectores. En este sentido, el compromiso y responsabilidad son mayúsculos.

En el caso de los Weblogs políticos, el grado de independencia y libertad puede llegar a ser discutible. En los Estados Unidos los partidos políticos llegan a financiar con publicidad algunos de los blogs más activos sin que ello parezca dañar para nada su credibilidad frente a sus crecientes lectorías. Y es que no estamos hablando aquí sólo de información sino de libertad de opinión. El mayor peligro, hay que reconocerlo, radica en la recreación de blogs de aspecto independiente pero cuya única finalidad es la desinformación, la contra información o directamente la difusión de informaciones falsas de interés para los organismos que los financian (que puede ir desde partidos políticos a organizaciones de inteligencia y espionaje o corporaciones privadas con intereses estratégicos. Es evidente que si se desea ejercer alguna influencia informativa en los entornos políticas de Internet es muy fácil crear o financiar un blog que responda a esos intereses.

En conclusión, este medio disemina rápido y fácil (algo que no ocurre con toda la información en Internet, como algunos creen, sino sólo con aquellas informaciones que surgen en comunidades o que tienen capacidad para alcanzar esferas comunitarias a partir de las cuales pueden acceder a otras comunidades y así pasar a formar parte de la conformación de los que podríamos denominar “opinión pública on line”).

LAS ENCUESTAS Y SU REGULACIÓN

De acuerdo al diccionario electoral de CAPEL (Centro de Asesoría y Promoción Electoral de la OEA), la encuesta es una técnica de investigación social que permite conocer “opiniones y actitudes de una colectividad social con respecto a un proceso electoral”. Se realiza por medio de un cuestionario que se aplica a un reducido grupo de integrantes de una colectividad a la que se denomina “muestra”.

Esta herramienta informativa ha venido a convertirse en la manzana de la discordia entre las empresas encuestadoras o los medios de comunicación que las contratan, y los órganos de fiscalización electoral. El Jurado Nacional de Elecciones del Perú, al igual que algunas instituciones de similar función en países de Latinoamérica, han pretendido encausar este mecanismo, empleando para ello normas que podrían haber funcionado eficientemente hace un siglo, pero que a la luz de la sociedad de redes, resulta anacrónico en su forma y discutible en su fondo.

El actual Reglamento del Registro Electoral de Encuestadoras[2], dispone formalidades para el registro y difusión de encuestas, y determina limitaciones por razones temporales para la publicación o difusión de encuestas, sondeos y proyecciones de cualquier naturaleza, sobre resultados de las elecciones a través de los medios de comunicación, estableciendo así el límite hasta el domingo anterior al día de las elecciones.

Esta utópica exigencia, se ha convertido en letra muerta a vista de las últimas experiencias electorales, la información, incluso aquella no suscrita por empresa o persona legalmente autorizada, fue expuesta a la opinión pública por los más diversos medios virtuales, desde la Internet, los correos electrónicos, hasta en forma invasiva a través de las redes de telefonía móvil.

Por otro lado, la información que antes podía ser controlada dentro de las fronteras físicas de los países, se ha visto desbordada y los medios de comunicación con presencia en Internet han configurado un ámbito para flujo de información, sin fronteras físicas, la consecuencia lógica inevitable, es que ello no pueda ser regulado desde los espacios estatales, la información circulará casi en forma autónoma, sin que siquiera sus impulsores la puedan controlar, pues existe una demanda de ésta en tiempo real que no da pie a consideraciones formalistas.

Resulta claro que los efectos que se buscan obtener disponiendo las regulaciones señaladas, están orientados a despejar de influencias externa la decisión voluntaria e individual que exige una elección transparente en democracia. Este objetivo, sin embargo, no puede convertirse en un valor en sí mismo, pues la libertad de elegir se encuentra en el fuero personal de cada elector y la decisión de informarse con datos de diversa naturaleza, corresponderá discriminarla al “individuo político”, en el que se torna el ciudadano común de cara a un proceso electoral, y no a las censuras externas que constriñen sus derechos de libre información y opinión.

CONCLUSIONES

El partido u organización de interés político que domina el medio de comunicación predominante en cada momento es el que tiende a influir y aplicar su agenda. Desde Roosvelt y la radio, hasta Fitzgerald y la tv, pasando por Reagan y el correo directo, el escenario político está fuertemente correlacionado con el grupo ideológico capaz de explotar mejor el potencial de los nuevos canales de comunicación.

No parece lógico desechar a los nuevos canales o fórmulas emergentes que las nuevas tecnologías ofrecen, simplemente por la facilidad con que los intereses ilegítimos se pueden apoderar de ellas ( ha pasado con la pérdida de credibilidad de la prensa en la década fujimontesinista). Esa misma facilidad permite que intereses lícitos y dignos también las empleen lo cual es un hecho sin retorno.

Como nueva esfera informativa y comunicacional, los recursos de las nuevas tecnologías pueden constituir un modelo alternativo que aumente la participación ciudadana informada y conciente. Sin embargo, no debemos descartar el potencial riesgo de bloquear por estos medios la capacidad de pensarse como individuos que pertenecen a naciones con características y necesidades propias, con una cultura propia y con la riqueza que está en la pluralidad. Esta realidad nos retará a establecer condiciones para que los beneficios del flujo de información se encaucen en sus dos dimensiones: la nacional y la global, sin perder de vista al individuo y sus necesidades diferenciadas.

El tema de fondo en nuestra reflexión sobre la relación entre política y tecnología, creemos está en la cultura política que exhiba una población y en el desarrollo de capacidades democráticas sobre la base de una práctica real y constante de sus derechos ciudadanos en primer término en su comunidad mas cercana. Con estas condiciones dadas, la formación de la conciencia electoral será producto de un proceso personal de construcción de convicciones cuyos insumos deberán estar a disposición sin restricción.

[1] Gran Bretaña (finales del S XIX): Límites a los gastos de campaña y rendición de cuentas a los partidos.
América y Europa (mitad del S XX): Se expande la regulación de las finanzas de las campañas políticas, en las democracias más avanzadas.
América Latina: El tema es relativamente nuevo, y la legislación va avanzando desde la segunda mitad de la década de los ’70, a la par con algunos escándalos políticos de Narcofinanciamiento (Colombia, Panamá, Venezuela).

[2] Aprobado por Resolución390-2005-JNE del Jurado Nacional de Elecciones (publicada el 30 de diciembre de 2005)

viernes, 23 de marzo de 2007

Clase sobre Texto de Drucker

Fue la prmera clase y me pareció que en torno al tema de gestión formulado por Druker, se generó un catártsis grupal en la que muchos compañeros comentaron, a aprtir de su experiencia personal, lugares comunes y críticas a las actitudes y tendencias en la gestión pública.